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  • Foto del escritorSilvia

Inseparables: Culpa y Maternidad

Hace algunos años, al poco de convertirme en madre, tuve la suerte de hacer una colaboración con el Club de Malasmadres. Este Club fue todo un descubrimiento para una primeriza malamadre como era yo en aquel momento. Ver que no estaba sola, que mis locuras y noches sin dormir las compartía mucha gente como imaginaba, pero lo importante es que se estaba dando visibilidad a algo que ha permanecido oculto a lo largo de la historia. Al poco de conocerlas, colaboré con Laura Baena en un programa maravilloso de cadena SER al que me invitaron para hablar de uno de los sentimientos más comunes y a la vez más silenciados de la maternidad: LA CULPA. Link al extracto del programa


Quiero compartir aquí parte de lo que hablamos en el programa y cosas que se quedaron en el tintero acerca de la culpa, ese maravilloso sentimiento que aparece en su máximo esplendor cuando somos madres. Culpa por todo, sin criterio alguno: Por no estar haciéndolo bien, por si le estoy comprando unos pañales que igual no son los mejores, porque le doy el pecho demasiado tiempo, porque no he querido dárselo, porque le protejo demasiado, porque le dejo demasiado a su aire y un largo etcétera que nos impide disfrutar de lo realmente importante. ¿Y si descubrieras que a todas y cada una de las madres les pasa exactamente lo mismo que a ti?


¿POR QUÉ LA MADRE SIENTE ESTA CULPA CONSTANTE?


Podemos encontrar el inicio desde el minuto uno en el que sabes que estás embarazada. La culpa ha aparecido, y siento deciros que ha venido para quedarse. Desde noticias que aparecen en la BBC con titulares como "La dieta de la madre durante el embarazo altera el ADN del bebé" hasta el run run de cómo lo diremos en el trabajo (como si fuésemos a dar una noticia negativa).

No podemos olvidar también el mito de la madre perfecta que hemos heredado de nuestros familiares ni tampoco el heredado socialmente de tener una única identidad que es cuidar a nuestros hijos. ¡Pero no vamos a echar la culpa de todo a nuestras madres y abuelas! Flaco favor el de las redes sociales, que nos muestran realidades aparentemente perfectas, y ocultan la verdadera maternidad. Todas peinadas, maravillosas con sus casas recogidas y sus niños de punta en blanco, con su bizcocho ecológico saliendo del horno que por supuesto han preparado entre todos, con los delantales a juego. Ellas también tienen sentimiento de culpa, también se manchan y recogen los juguetes con un moño mal hecho. ¿Qué pasaría si todas esas madres influencers mostraran su verdadera realidad con sus altos y sus bajos? Por suerte tenemos algunas, y cada vez van surgiendo más (@taniallasera @villagallumbos @7paresdekatiuskas @trimadredeprincesas) son solo algunos ejemplos de madres que muestran la maravillosa montaña rusa de la maternidad, la de verdad.

Y por último, otro factor determinante en ese sentimiento, es el pensamiento polarizado. Tomar todo como si fuera blanco o negro. Dar el pecho pasado el año es perfecto, con lo que dar fórmula es malo (y por supuesto al revés); Si trabajas porque trabajas y si no trabajas porque no trabajas ¡Cuánta presión!


¿CÓMO LIBERARNOS DE ESE SENTIMIENTO?


  • Formar parte de comunidades emocionales

  • Abandonar pensamiento polarizado ¡Bienvenida la flexibilidad a nuestras vidas!

  • Aprender a delegar

  • Recordar las razones por las que trabajas o por las que has decidido no hacerlo

  • Elegir implica renunciar – Ver coste emocional

  • Aportar soluciones, salir del estancamiento

  • Alejarse de personas alimentadoras de la culpa “yo jamás dejaré a mi hijo en una guardería o con otra persona que no sea de la familia”

  • Reconocer imperfección y combinar facetas: gran enseñanza para los hijos


¿TRABAJAR FUERA O DENTRO?

¿CÓMO AFECTA ESTO A NUESTROS HIJOS?


Si no trabajamos nos sentimos mal y juzgadas por nuestro Yo profesional. Si trabajamos sentimos que no estamos siendo buenasmadres porque le quitamos tiempo a nuestros hijos. Entonces, ¿Qué podemos hacer?


  • Da igual dentro o fuera – Importancia de la calidad del tiempo, sin olvidar la cantidad: cuanto más mejor, ese "más" será lo que pueda cada uno. Todo el tiempo disponible no garantiza una vida mejor para nuestros hijos ni ausencia de culpa, debe ser un tiempo bien gestionado con momentos de aprendizaje y conocimiento de nuestros hijos.

  • Causa más daño actuar con culpa. Cuéntales lo que haces, y por qué. Llévales al trabajo para que vean dónde estás cuando no es con ellos.


¿CÓMO INFLUYE LA DEDICACIÓN DE LAS MADRES EN EL COMPORTAMIENTO A LOS NIÑOS?


La dedicación, por suerte, no es solamente saber cocinar, o hacerle los disfraces a mano. También encontramos la escucha activa, tener paciencia, normas y límites, escucharles, y llenarles de besos y abrazos. Si tenemos todo esto en mente, estaremos aprovechando el tiempo que estamos con ellos al máximo.

Por otro lado, la dedicación de la madre es fundamental, pero no exclusiva: Relación con otras personas cercanas además de su padre (familia cercana, colegio, profesores, etc.) Lo importante es que crezcan con experiencias positivas directas, vengan de quien vengan.


Estamos en la generación que habla de niños sobreprotegidos que no saben solucionar sus problemas, y no puedo estar más de acuerdo (pero esto da para otro post). La pregunta que debemos hacernos aquí sería ¿y si me libero de la culpa tendré hijos más autónomos? Liberarnos hará que veamos con más claridad la clase de padre o madre que queremos ser y va a ayudar a que crezcan en autonomía. ¡Pero cuidado! Al liberar esa culpa, podemos relajar nuestra autoridad para "compensar" y los niños, que están pendientes de cualquier bajada de guardia de los padres, se aprovecharán debidamente de la debilidad. Se pretende compensar las ausencias dejando de poner límites y perdiendo autoridad, dejando a los niños desprotegidos y sin barreras, sin prepararles para lo que se encontrarán fuera a lo largo de su vida. Sobreprotegiendo y consintiendo solamente conseguiremos niños con un alto nivel de egocentrismo, baja tolerancia a la frustración y falta de empatía y autoestima.


Para terminar, tú eliges la madre que quieres ser, cómo quieres criar a tu hijo y lo que es mejor para vuestra pequeña familia. ¡Libérate de la culpa!





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